Del “beso del sueño” al “drink detective”
A finales de los 80 y los 90 se hizo famoso el beso del sueño, la estrategia utilizada por algunas prostitutas para dormir al cliente, echándole Rohypnol u otras sustancias narcóticas, y así aprovechar y robarle. Es en esas fechas y en ese contexto de paranoia cuando aparecieron en Estados Unidos y Reino Unido unos bastoncillos que se introducían en la bebida y avisaban de si la copa portaba alguna droga. Ahora, y ante la aparición de casos de delitos sexuales en los que se utilizan drogas alucinógenas e incapacitantes, se ha vuelto a comercializar el drink detective, una especie de test de benzodiacepinas, GHB y ketamina. Con un cuentagotas se toma una muestra de la bebida y se echa sobre un papel secante que lleva reactivos para averiguar si el contenido del vaso no es lo que parece. En España aún no se ha puesto de moda.
El Rohypnol. Nombre comercial de un fuerte ansiolítico que se encuadra en el grupo de las benzodiacepinas. Sustancia sedante y depresora del sistema nervioso central, provoca una amnesia anterógrada (olvido de acontecimientos próximos). A finales de los 80 era la favorita de algunas prostitutas para llevar a cabo el beso del sueño (dormir al cliente para robarle).
El GHB. Anestésico depresor que se vende bajo la falsa denominación de éxtasis líquido, cuando nada tiene que ver con el éxtasis, un psicoestimulante. Líquido incoloro, inodoro e insípido que se ha puesto de moda en las noches de fiesta pero que a dosis altas puede provocar estados de coma reversibles. Se sospecha que puede estar detrás de estos delitos.
El “scoop”. En Italia, lo último en drogas de diseño es el «scoop», un líquido incoloro e inoloro que se mezcla con las bebidas y que se vende en pequeñas dosis a precios que oscilan entre los 40 y los 60 euros. Desata el apetito sexual, convierte en lenguaraces y atrevidos a los más tímidos, causa una euforia sin límites y apenas deja resaca.
Si te pasas con el «scoop», dicen los expertos, las consecuencias pueden llegar a ser realmente graves. Mezclado con el alcohol o con otras drogas puede matar. En grandes dosis puede dejar inconsciente y anula por completo los recuerdos de todo lo que ha sucedido bajo sus efectos. En el Departamento de Toxicología italiano conocían el «scoop» desde hace dos décadas. Sólo que nunca lo habían llamado así, sino «Ghb». O, de manera informal, «la droga del violador». Aunque el nombre académico correcto es «ácido gammaidrossibutirrico»
RECOMENDACIONES
No acepte ningún tipo de bebida, dulces o cigarrillos de desconocidos cuando se encuentre en algún evento social o bares.
No deje su botella o vaso de licor abandonados.
Si en el lapso de un minuto usted sospecha haber sido drogado con cualquier sustancia química y esta acorralado, simule sufrir un desmayo o un ataque (convulsiones), el delincuente sabrá del peligro del exceso en la droga y decidirá abandonarlo.
Si todavía se encuentra usted semi-consciente y puede distinguir si el delincuente se ha marchado, pida auxilio inmediatamente. !! LUEGO NO RECORDARÁ NADA!!
No acepte demostraciones de productos (inhalación de perfumes) que se suelen vender en la calle o fuera de Centros Comerciales.
Autor: "Yomismo"